Fisiológicamente, el fútbol se caracteriza por ser un ejercicio intermitente: tiempos intensos de corto período alternados con períodos más largos de nivel más bajo e intensidad moderada del ejercicio. El fútbol femenino, en este respecto, es muy similar al fútbol masculino, teniendo altos niveles de capacidad aeróbica. (Mohr et al., 2003). A la hora de preparar entrenamiento, debemos saber, que al igual que el futbol masculino amateur, las jugadoras deben compaginar las sesiones con el trabajo, estudios, etc. Incluso, en el futbol de primera división, muchas de las jugadoras deben complementar su trabajo como jugadora con otros trabajos. Todo esto nos hace llegar a la conclusión de que el entrenamiento debe ajustarse a la realidad de la jugadora, optimizando cada una de las sesiones.
Es por todo ello que según diferentes autores, el método SAQ (Speed, agility and quickness), es decir, el método que combina velocidad, agilidaz y rapidez, puede ser muy adecuado y obtener mayores beneficios a nivel de condición física que la preparación física tradicional. Este método se puede realizar a través de ejercicios donde se utilice skipping, cambios de desplazamientos rápidos, sprints, etc. Además es importante centrase en la técnica, y en el caso de introducir balón, controlar que la jugadora sea eficiente. Antes de cada ejercicio debemos focalizar la atención en, por ejemplo: postura de brazos, piernas. No debemos olvidar la esencia del juego, por lo que debemos trabajar también táctica, técnica y estrategia individual y colectiva.
A continuación os dejo algunos ejercicios de lo que puede ser un trabajo de Velocidad, agilidad y Rapidez; eso sí, debo reforzar que, aunque los materiales para el trabajo de este método puedan servir de gran ayuda, no son imprescindibles. La imaginación a la hora de entrenar es muy importante; un paracaidas puede ser simulado por otra jugadora.
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